lunes, 9 de diciembre de 2019

PARA LA VIDA


Mi destino te busca. 
Soy la fecha que el mar todavía no ha escrito.
Esa brisa es lo que sueñan los árboles.
En las sienes la mano recuerda el horizonte.
En los labios
La voz se agita como una bandera
Y en algún sitio del pecho aún responde el poniente.
Mi destino te busca.
En mis ojos el tiempo numera las miradas.
Se coleccionan los antes, no hasta decir mañana
Sin el pecho partido por la noche.
La ciudad se ciñe el anochecer como una corona.
Arderé como la invención de la tarde,
Como el bosque que se ha puesto a pensar en la lluvia,
Como la sonrisa que toma forma de anillo
Y rueda de una mano silenciosa.
Destino. Palabra que el fondo del río saca como un pez,
Como una mejilla donde la corriente puede llorar
Sin que lo noten las orillas.
Destino. En un pecho la luna boga desvelada
Por la razón más fría.
Destino. A ciegas la luz vela
Y unos ojos se abren para siempre.
Escucha esa mirada
Que al destino penetra hasta irradiarlo.

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